La Basílica del Redentor, conocida por todos como Redentore, es una basílica construida en la isla de la Giudecca. Fue diseñado y parcialmente construido por Andrea Palladio en 1577. Palladio murió de peste durante la construcción de la iglesia, pero ésta se terminó de forma coherente con el diseño original. El Senado de la República de Venecia decidió construir la basílica como ofrenda votiva para acabar con la peste. La peste de 1575-1577 fue una de las más devastadoras en Venecia, donde se cree que murieron más de 50.000 personas. La iglesia fue inicialmente destinada a los frailes capuchinos, que siguieron los modelos franciscanos al evitar el uso de materiales demasiado preciosos. Prueba de ello es la estatua dedicada a San Francisco de Asís y también a San Marcos, patrón de la ciudad, situada a la entrada. Andrea Palladio quiso construir la basílica a semejanza de las estructuras termales clásicas.
La fachada de mármol blanco es una obra maestra de la madurez palladiana, que recuerda a las obras romanas. La influencia del arte clásico antiguo es evidente aquí. Dos prominentes campanarios cilíndricos realzan la cúpula del Redentor. La Basílica del Redentor es una auténtica obra maestra del Renacimiento en Venecia.
En el interior se encuentra una sola nave de planta rectangular con tres ábsides. Casi se parece a una cruz latina. Entra mucha luz por los grandes ventanales, dando vida a los volúmenes y espacios. Al final se encuentra un presbiterio y el gran altar mayor con columnas para resaltarlo.
La iglesia cuenta con magníficas obras como "La Flagelación de Cristo" de Tintoretto, de 1588, y "El Bautismo de Cristo" de Paolo Veronese, de 1560.
La Iglesia del Redentor está asociada a la fiesta que se celebra a finales de julio, la famosa Fiesta del Redentor. Esta fiesta es la más antigua y una de las más queridas de Venecia. Si visita Venecia durante el mes de julio, le recomendamos que visite la Basílica y participe en la fiesta del Redentor.