En la concurrida Mercerie, la iglesia de San Zulian (o Julián) ofrece un refugio de las abarrotadas callejuelas. En su interior se pueden apreciar maderas doradas, pinturas de los siglos XVI y XVII y esculturas. El panel central del techo con frescos representa la Apoteosis de San Julián, pintada en 1585 por Palma di Giovane.
La fachada de la iglesia, del siglo XVI, fue diseñada por Sansovino y financiada por el rico e impúdico médico Tommaso Rangone. Su estatua de bronce, rodeada de libros, destaca sobre las blancas paredes de Istria.