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La atracción turística más emblemática después de la Plaza de San Marcos y sus maravillas es el Gran Canal. Esta magnífica vía fluvial, bordeada de palacios e iglesias, atraviesa la ciudad, trazando tres amplias curvas y ofreciendo vistas siempre cambiantes. Durante muchos siglos, el Gran Canal fue la ruta principal para los barcos mercantes que se acercaban a Rialto. Tiene casi 4 km de longitud, una anchura que varía entre 30 y 85 metros y una profundidad media de 4 metros. Se tarda unos 45 minutos en recorrer todo el tramo. El Gran Canale tiene el mérito de haber convertido a Venecia en una potencia comercial, gracias a la posibilidad de llegar a todos los rincones de la ciudad. A través de esta arteria central la ciudad también ha conseguido desarrollarse arquitectónicamente, a medida que la recorres podrás ver las diferencias en los edificios. De hecho, navegando por el Gran Canal podrá ver la mayor parte de la magnificencia arquitectónica de estilo bizantino, gótico, barroco renacentista y neoclásico. Si visita Venecia, debería hacer un viaje por el Gran Canal, ya sea en autobús acuático o en taxi acuático. Para hacer fotos, recomendamos el Ponte degli Scalzi, el Puente de Rialto y el Puente de la Academia. Las ventanas y galerías de los museos del Canal son también excelentes miradores para hacer fotos de recuerdo. Así pues, si visita la Ca' d'Oro, la Peggy Guggenheim Collection o la Ca' Rezzonico, no olvide asomarse a las ventanas para disfrutar de una gran vista. 

Si está en Venecia, intente hacer como los venecianos y tome uno de los transbordadores que cruzan el canal en puntos fijos. Éstas conectan los centros neurálgicos de la ciudad, ahorrándole puentes y permitiéndole vislumbrar los palacios venecianos a ras de agua.

Algunos de los edificios más impresionantes del Gran Canal se han convertido en galerías y museos. Otras se han convertido en pisos y casas de huéspedes. Alojarse con vistas al Gran Canal es una experiencia inolvidable. Alojarse en el Gran Canale también le permitirá asistir a eventos únicos como la Regata Storica. Por supuesto, una de las formas más románticas de recorrer el Gran Canal es en góndola. Si es un turista y no le apetece subirse a una góndola, utilice un vaporetto.

 Si visita Venecia, intente disfrutar de las vistas que le ofrece el Gran Canal. Son inolvidables, especialmente al atardecer.