Ca Maria Adele

+39 041 520 3078
Sestiere Dorsoduro, 111, 30123 Venezia VE, Italy

Situado en un canal privado de Venecia, en el corazón del elegante barrio de Dorsoduro, Ca Maria Adele redefine la esencia del lujo romántico. Este hotel boutique, ubicado en un palacio restaurado del siglo XVI, es un oasis de refinada sofisticación donde la herencia veneciana se combina con la elegancia contemporánea. 

Con sus fascinantes interiores, su servicio personalizado y su encantadora ubicación a orillas de la Basílica de Santa Maria della Salute, Ca Maria Adele es hoy uno de los pequeños hoteles más famosos de Venecia, un refugio de belleza, privacidad y romanticismo atemporal.

Un entorno de gracia histórica y glamour moderno

Situado en Sestiere Dorsoduro, 111, Ca Maria Adele tiene el privilegio de estar a pocos pasos de la parada de vaporetto de Salute, a poca distancia de la plaza de San Marcos, la Colección Peggy Guggenheim y el Gran Canal. 

Su entrada, situada en un canal apartado, esconde unos interiores que evocan la opulencia de la historia aristocrática de la ciudad, rediseñados con un toque de modernidad.

El barrio de Dorsoduro, famoso por su sofisticación cultural, ofrece a los huéspedes una faceta más tranquila de Venecia, llena de galerías de arte, cafeterías locales y puentes pintorescos. Los huéspedes pueden pasear desde aquí por el paseo marítimo de Zattere o cruzar el puente de la Academia para llegar a los barrios más animados de Venecia, como San Marco.

Habitaciones de lujo y suites temáticas

Cada una de las habitaciones de Ca Maria Adele tiene su propia historia. Diseñadas con un profundo aprecio por el arte y los artesanos venecianos, sus interiores están decorados con lujosos tejidos, lámparas de cristal de Murano y muebles únicos. 

Cada una de las doce habitaciones y suites tiene su propio carácter, desde la opulencia barroca hasta la serenidad minimalista.

Sus alojamientos más famosos son cinco habitaciones conceptuales, inspiradas en elementos de la cultura y la historia venecianas. Los huéspedes pueden elegir entre temas provocativos como La habitación del dux, La habitación morisca y La habitación de la chimenea, cada una de ellas decorada con texturas exuberantes, espejos antiguos y sedas refinadas. 

Las habitaciones combinan la autenticidad histórica con comodidades modernas como aire acondicionado, Wi-Fi gratuito, artículos de tocador de lujo y ropa de cama acogedora que garantiza noches de sueño reparador.

La mayoría de las habitaciones tienen vistas al canal o a la Basílica de Santa Maria della Salute, con unas vistas impresionantes que cambian con la luz del día veneciano, desde el amanecer dorado hasta el atardecer resplandeciente.

Servicio impecable y desayuno a medida

La dedicación de Ca Maria Adele por los detalles se extiende a la experiencia del desayuno, que los huéspedes pueden disfrutar en el comedor, en la terraza junto al canal o en su suite. 

Pasteles caseros, fruta fresca de temporada, quesos gourmet y café italiano aromático se sirven con una elegancia discreta, para que cada mañana sea un momento de placer.

La hospitalidad del hotel se caracteriza por una atención personalizada y una preocupación auténtica. Cada huésped es recibido como un individuo, y el personal se anticipa a sus necesidades antes incluso de que las expresen. Desde la organización de taxis acuáticos privados hasta la planificación de excursiones románticas, cada aspecto se gestiona con la máxima discreción y precisión.

Los huéspedes suelen elogiar al personal por su amabilidad y profesionalidad, un sello distintivo del hotel. La filosofía de Ca Maria Adele es sencilla: hacer de cada estancia una página memorable de la historia veneciana de cada visitante.

Experiencias románticas en un ambiente de ensueño

Ca Maria Adele suele considerarse uno de los hoteles más románticos de Venecia. Su tamaño íntimo y su decoración sensual lo convierten en un refugio ideal para lunas de miel, parejas que celebran aniversarios o cualquiera que busque escapar a un lugar bello y tranquilo.

Los detalles especiales, como los arreglos de pétalos de rosa, el servicio de champán y las salidas en góndola privada desde el muelle adyacente, crean una atmósfera que es a la vez cinematográfica y profundamente íntima. 

Las noches en Ca Maria Adele son especialmente mágicas, con la luz de las velas reflejándose en los canales y el suave murmullo de la ciudad de fondo.

Cerca del corazón cultural de Venecia

El hotel tiene una ubicación ideal para explorar algunos de los lugares más famosos de Venecia. A pocos pasos se encuentra la Colección Peggy Guggenheim, con sus obras maestras de arte moderno, y la Gallerie dell'Accademia, con sus siglos de pintura veneciana. 

Al otro lado del Gran Canal se encuentra la plaza de San Marcos , a solo unos minutos en vaporetto o taxi acuático.

Y aunque se encuentra muy cerca de estas atracciones, Ca Maria Adele mantiene un ambiente de exclusividad y aislamiento. El barrio de Dorsoduro invita a descubrirlo paseando, y lo mejor es cuando se revelan patios ocultos, talleres artesanales y osterias de barrio que capturan el espíritu auténtico de Venecia.

Elegancia galardonada y reconocimiento internacional

A lo largo de los años, Ca Maria Adele ha alcanzado reconocimiento mundial por su excelencia en diseño y servicio. Clasificado constantemente como uno de los mejores hoteles boutique del mundo, ha sido elogiado por las revistas de viajes por haber logrado un equilibrio perfecto entre la extravagancia veneciana y la cálida intimidad. 

Su innovador concepto de lujo, basado en la conexión emocional y el equilibrio estético, sigue siendo un atractivo para los viajeros exigentes de todo el mundo.

La esencia del romanticismo veneciano

Ca Maria Adele es más que un hotel: es una experiencia de pura magia veneciana. Cada pasillo, cada suite y cada vista son testimonio de la pasión por la belleza, el arte y la conexión humana. Es un refugio para soñadores, un santuario para amantes y una obra de arte en sí misma.

Para los visitantes que desean contemplar Venecia en su faceta más poética, Ca Maria Adele ofrece no solo una estancia, sino una historia, una historia que perdura mucho después de que las góndolas se hayan desvanecido en la niebla.