La batela es la embarcación más versátil y con más historia de Venecia. En la Edad Media era omnipresente en la ciudad laguna de la ciudad, un barco de trabajo para usos cotidianos como la pesca, el transporte de mercancías y las excursiones familiares. 

A diferencia de la góndola, cuyo uso ceremonial la relegaba a la clase alta, la batela era una embarcación popular, práctica, resistente y representativa de la vida cotidiana veneciana.

La batela está ahora clasificada oficialmente como bien cultural, conservada gracias al compromiso de remeros y artesanos que siguen manteniendo la antigua voga alla veneta. 

Los artesanos se encargan de mantener viva la esencia y el alma de la batela, ofreciendo un auténtico antídoto contra las formas más turísticas de las embarcaciones venecianas.

Excursiones en barco por Venecia que no te puedes perder

Orígenes y evolución de la batela

La batela fue originalmente una solución específicamente desarrollada para la compleja tarea de navegar por los canales poco profundos e interconectados de Venecia. 

A diferencia de las embarcaciones de casco profundo, inadecuadas para los canales poco profundos de Venecia y los asentamientos húmedos de la laguna, la batela poseía un casco de fondo plano que le permitía atravesar con facilidad diferentes profundidades. Ya fuera navegando por los estrechos canales de Cannaregio o realizando pequeños desplazamientos por las aguas abiertas frente a Sant'Erasmo, la embarcación ofrecía una navegabilidad inigualable.

Su diseño no solo estaba determinado por la geografía, sino también por la vida cotidiana de los venecianos, que necesitaban una embarcación resistente y fiable tanto para el trabajo como para el ocio.

Fabricada principalmente con madera autóctona, cada batela se construía con técnicas artesanales tradicionales. A lo largo de los siglos, las necesidades y los gustos locales dieron lugar a numerosas variaciones. 

La batela a coa de gambaro, cuya elegante popa curvada recuerda la forma de la cola de un camarón, era muy apreciada por su fácil manejo y era la favorita de los remeros. 

La batela buranela, una batela más pesada y ancha construida en Burano, era ideal para el transporte de cargas pesadas entre la laguna. Un tipo, la batela da fresco, solía estar semisombreada y se utilizaba para transportar pasajeros en climas tropicales. Estas variaciones, aunque sutiles, confirman la íntima relación entre la forma y el uso.

A pesar de las diferencias estructurales y de uso, todas las batelas compartían una filosofía de diseño unificada: utilidad y durabilidad. No solo eran bonitas por su forma, sino también por su referencia cultural. En la mayoría de los casos, una batela era una reliquia familiar que se transmitía de generación en generación con pocas modificaciones estructurales a lo largo del tiempo para adaptarse a un fin específico o reflejar la personalidad de su propietario. En gran medida, la historia de la batela es una crónica viva de la capacidad de cambio de Venecia y de su gran dependencia de la artesanía.

Características principales del diseño

Una batela estándar mide entre 6 y 9 metros de eslora, con poco calado y manga ancha. Su característica distintiva, una quilla plana, ofrece una base estable para un solo remero o varios remeros. 

En comparación con la góndola de diseño clásico, cuyo casco asimétrico requiere mayor habilidad para proporcionar estabilidad, la batela tiene un casco simétrico que facilita la maniobrabilidad, especialmente para los principiantes. 

La cabina abierta es espaciosa y puede transportar carga, unos pocos pasajeros o equipos de dos remeros, por lo que podría decirse que es la forma más práctica para una embarcación en Venecia.

La construcción de una batela se basa en la antigua tradición de la construcción naval. Los artesanos trabajaban con maderas locales como el alerce, el abeto o el pino, apreciadas por su resistencia y ligereza. Estas maderas se encolaban a mano y se impregnaban con brea o aceite para repeler el agua. La restauración contemporánea tiende a emplear sustitutos respetuosos con el medio ambiente sin alterar totalmente las formas y tamaños clásicos. 

Un ejemplo destacado de esta continuidad es el proyecto colectivo de la Northwest School of Wooden Boatbuilding (NWSWB), en el que alumnos y profesores restauraron una batela con la ayuda de planos originales y el método clásico de entablado. 

Este proyecto no solo restauró parte del patrimonio veneciano, sino que también puso de relieve su universalidad en términos de diseño.

La otra característica que distingue a esta batela es su adaptabilidad a la voga alla veneta. Gracias a su construcción simétrica y a su movimiento estable, puede ser propulsada eficazmente por un solo remero sentado en la popa o por dos de pie uno al lado del otro. 

Su ligereza permite cambios rápidos de dirección y su fondo plano proporciona estabilidad incluso si la embarcación tiene que atravesar aguas abiertas laguna aguas hacia los estrechos canales interiores. Estas características han mantenido viva la batela durante siglos como embarcación de recreo y de entrenamiento.

La batela y la voga alla veneta

La voga alla veneta es quizás la costumbre más teatral de Venecia. Realizada de pie y mirando hacia delante, esta forma de remar requiere no solo coordinación física, sino también un profundo conocimiento del flujo del agua. El bajo centro de gravedad y la superficie estable de la batela la convierten en una opción adecuada para esta forma de remar, y a menudo se considera el método ideal para enseñar a los principiantes la disciplina del remo veneciano.

Organizaciones como Row Venice también han adoptado la batela como plataforma de entrenamiento y embajadora cultural. Estas embarcaciones se utilizan mucho en clases de remo individuales, clases en grupos reducidos y visitas guiadas por la zona central y periférica de la laguna. 

Gracias a su proporcionalidad y a su diseño maniobrable, la batela permite a los remeros novatos adquirir rápidamente las técnicas básicas, mientras que los más avanzados pueden perfeccionar sus habilidades.

Además de la educación, la batela también forma parte de la cultura del remo recreativo y competitivo de Venecia. Suele participar en regatas locales, especialmente en las mixtas o para principiantes. Hay algunos modelos fabricados para competir, pero otros han mantenido su diseño original por nostalgia. 

La amplia cabina de la embarcación también permite remar en compañía: dos o más personas pueden utilizarla y sincronizar sus remadas, por lo que es ideal para parejas, clubes y familias.

Curiosamente, la batela también sirve como medio para transmitir conocimientos de una generación a otra. Los instructores y los ancianos no solo enseñan técnicas de remo, sino también métodos tradicionales de navegación, nomenclatura y modales. De este modo, la batela es más que una simple embarcación a motor: es una escuela sobre el agua, un teatro móvil y una embajadora de la continuidad cultural.

La versatilidad cultural y funcional

Lejos de ser un vestigio fósil del pasado, la batela es un recurso práctico y bullicioso en la Venecia moderna. 

Los habitantes de MuranoBurano utilizan estas embarcaciones a diario para llevar fruta a los puestos del mercado, transportar materiales de construcción a las zonas de obras en los prados o simplemente para hacer recados familiares por la laguna

Su bajo impacto medioambiental y su funcionamiento silencioso los hacen idóneos para el delicado entorno marino de Venecia.

Además de su relevancia utilitaria, las batelas se han convertido en una opción respetuosa con el medio ambiente entre los operadores turísticos. Las visitas guiadas patrocinadas por organizaciones comunitarias combinan la enseñanza del remo y la educación medioambiental para que los turistas puedan apreciar la belleza y la fragilidad de la laguna veneciana

Estas visitas, que se realizan íntegramente en embarcaciones impulsadas por la fuerza humana, tienen como objetivo sensibilizar sobre los efectos del tráfico motorizado en la calidad del agua y la erosión del litoral. Los visitantes no solo se llevan fotos, sino también una apreciación de la composición ecológica e histórica de la laguna.

La versatilidad de la batela ha dado lugar incluso a reinterpretaciones modernas. Se han restaurado y equipado embarcaciones para que sirvan también como estudios de arte móviles, lo que permite a los pintores al aire libre pintar mientras navegan por los tranquilos canales. 

Otras funcionan como aulas itinerantes, parando en escuelas y pueblos para enseñar la construcción de barcos o la ecología de la laguna. En algunas sociedades, las batelas se utilizan incluso como barcos para transportar verduras, replicando un comercio acuático iniciado hace siglos.

Estos usos en constante evolución demuestran la naturaleza siempre práctica de la batela. En lugar de ponerla en un museo, los venecianos han permitido que la embarcación evolucione, demostrando que el patrimonio no tiene por qué ser sinónimo de estancamiento. Al ser utilizada una y otra vez, la batela hace que Venecia no sea solo un lugar para contemplar, sino una ciudad viva.

Artesanía y restauración

La supervivencia de la batela no solo depende de su uso frecuente, sino también de la perpetuación de las antiguas tradiciones de construcción de barcos. Esta artesanía manual y poco tecnológica, que requiere la ayuda de manos expertas, horas de trabajo y un conocimiento profundo de los materiales, se conserva en algunos de los cada vez más escasos squeri, o astilleros, de Venecia. 

Cada batela es una pieza hecha a mano, diseñada para adaptarse a estilos de remo, límites de peso y preferencias estéticas concretos.

Se pueden emplear meses o semanas en construir una sola batela, dependiendo del grado de decoración y complejidad. Gracias a técnicas centenarias, como las juntas de mortaja y espiga, el vaporizado de las tablas y el cepillado a mano, los artesanos construyen embarcaciones de monumental belleza y resistencia. La transmisión de técnicas de maestro a alumno es de gran valor para preservar la artesanía en una época en la que predominan la producción en masa y los materiales artificiales.

El proyecto NWSWB es un poderoso ejemplo de colaboración mundial para la preservación del patrimonio marítimo veneciano. Mientras construían una batela a partir de dibujos históricos y métodos tradicionales, los estudiantes aprendían de la práctica como parte de un esfuerzo de conservación más amplio. 

Iniciativas como esta demuestran que la historia de la batela tiene un carácter mucho más internacional que exclusivamente italiano, lo que invita a los entusiastas de los barcos de madera, los educadores y los ecologistas de todo el mundo a interesarse por ella.

A pesar de estas tendencias positivas, el futuro de los constructores artesanales de barcos venecianos pende de un hilo. Cada vez hay menos squeraroli y, en la mayoría de los casos, el coste es demasiado elevado sin subvenciones externas o ayudas institucionales. Sin nuevos aprendices ni incentivos económicos, este antiguo arte desaparecerá. 

La conservación requerirá una sinergia que combine el turismo, la educación y la ayuda política para preservar no solo la batela, sino también las manos expertas que la construyen.

De este modo, el destino de la batela no solo residirá en la memoria cultural, sino en una tradición viva, capaz de inspirar a personas de todo el mundo a invertir en su propio patrimonio náutico.

Las mejores excursiones en barco a Murano y Burano

Explorando las barcas batela en Venecia

Información para visitantes 

Horario: Row Venice ofrece excursiones en batela durante todo el año, con clases y recorridos bajo petición todos los días. Las sesiones nocturnas «Row the Grand Canal» suelen programarse a las 20:00 de abril a octubre y a las 17:30 de noviembre a marzo. 

Las clases generales diurnas en los canales y lagunas tienen lugar entre las 10:00 y las 16:00, y se ofrecen horarios adicionales de abril a octubre.

La mejor época para visitarlo: La época ideal para realizar excursiones en batela es de abril a octubre, la estación cálida, cuando las largas horas de luz permiten asistir a las clases a horas convenientes. Los cruceros en barco por la tarde durante estos meses ofrecen un clima agradable y el encanto de la laguna al atardecer. Los meses de temporada baja ofrecen una experiencia tranquila con menos afluencia de público.

Código de vestimenta y normas de entrada: Los huéspedes pueden vestir ropa informal y cómoda, ideal para remar y subir a los barcos; lo ideal son zapatos planos o sandalias bien sujetas. No hay un código de vestimenta impuesto, aunque se recomienda a los huéspedes llevar ropa adecuada para el tiempo, como gorros o camisetas ligeras en invierno.

Todas las visitas comienzan en un punto de encuentro en Cannaregio cerca del puente que hay fuera de Sacca Misericordia Marina. No hay oficina en el astillero; los instructores se reunirán con los visitantes en el puente a la hora reservada. Se recomienda llegar con antelación debido a la política de no presentación.

Información sobre las entradas

Las tarifas de la actividad en batela varían en función del tamaño de la embarcación y la composición del grupo:

Clase de remo veneciano (80 min): 100 € para 1-2 personas, 130 € para 3, 150 € para 4 y 220 € para una batela de 5 personas.

Remo nocturno por el Gran Canal: 160 € en total hasta 4 personas (días festivos y domingos), 180 € en verano por la noche; batela más grande para 5 personas, entre 240 € y 280 €.

Cicchetto Row: 2 h 15 min con paradas en dos bàcari, precios de 225 € a 375 € por barca; opción para 5 personas en grupo grande por 500 €.

Los menores de 4 años no pagan, y se reservan batelas más grandes para sesiones familiares o en grupo.

Reservas online: Las clases y las salidas se pueden reservar online en la página web de Row Venice. La organización recomienda reservar con antelación para garantizar la disponibilidad y ofrece asistencia por chat en directo para reservas en el mismo día. También se pueden adquirir vales regalo.

Visitas guiadas

Hay tres opciones principales de visitas guiadas:

Clases de remo veneciano: 80 minutos de clase privada en pequeños grupos en una batela tradicional.

Cicchetto Row: Remo intercalado con pausas para degustar vinos y comida, perfecto para los amantes de la gastronomía.

Rema por el Gran Canal: Crucero dominical o vespertino por la famosa vía navegable de Venecia, bajo las luces festivas o nocturnas.

Nuestras entradas recomendadas

La mejor entrada exclusiva y visita al Palacio Ducal de Venecia

Tour con kayak en Venecia, una experiencia imperdible

Entradas para el Museo del Vidrio de Murano, en Murano, Venecia

Dónde ver y experimentar una batela

La emoción de una batela en movimiento debe experimentarse a través de una excursión guiada en remo. Row Venice es una de las empresas que ofrece excursiones interactivas, en las que todos los participantes tienen la oportunidad de navegar y aprender a maniobrar estas embarcaciones tan modernas. 

El recorrido se realiza por canales aislados y zonas abiertas de la laguna, lejos de la plaza de San MarcosSan Giorgio Maggiore.

Allí donde aún existe amarrada junto a las casas, como en Cannaregio, Sant'Erasmo y Giudecca, la batela se amarra a un banco de piedra, tal y como se ha hecho durante siglos. 

Su humilde belleza es literalmente la antítesis de la ostentosa góndola, pero tiene una belleza que reside en su funcionalidad.

Las regatas estacionales, como la Regata Storica, también cuentan con batelas en varias clases, utilizadas por remeros aficionados o junior. Estos eventos son una representación vibrante de la tradición remera de la ciudad y proclaman la importancia que sigue teniendo la batela en la tradición regional.

Por qué sigue siendo importante la batela

Aparte de su función práctica, la batela es también un icono de la dureza y la resistencia de la sociedad veneciana. Es un icono del proletariado, prueba de que Venecia no es un museo flotante, sino una ciudad viva.

En una época en la que el turismo de masas amenaza con homogeneizar la experiencia veneciana, la batela sigue siendo un baluarte contra esta tendencia. 

Apoya la identidad local y mantiene un modelo de turismo competitivo que privilegia la experiencia, el aprendizaje y la conservación.

Mientras que ciudades de todo el mundo luchan por mantener su integridad cultural, la batela ofrece un excelente ejemplo de urbanismo sostenible basado en el patrimonio. Nos muestra que la innovación y la tradición no son adversarias, sino que pueden navegar en la misma ola.

El mejor tour en góndola por el agua

Conclusión

Desde sus orígenes como embarcación de trabajo en la laguna hasta su actual condición de embajadora cultural, la batela ha sobrevivido a los siglos con estilo. Ha transportado a pescadores y niños, ha enseñado a remeros y visitantes, y ahora lleva la carga del patrimonio hacia el nuevo milenio.

Conservar la batela no es conservar una embarcación, es conservar una forma de vida, un ritmo de madera y agua, remos y mareas. Para los viajeros que buscan algo más que una introducción a Venecia, una experiencia real y duradera, más allá de la Basílica de San Marcos y de los canales tan perfectamente reproducidos en las postales, la batela ofrece una experiencia auténtica y duradera. Y al hacerlo, recuerda al mundo que el corazón de Venecia sigue flotando, con suavidad y practicidad, sobre las aguas de su patrimonio.












Powered by GetYourGuide