Torcello es una isla de la Laguna habitada desde los primeros siglos del Imperio Romano. Probablemente fue colonizada por los Altini, una población procedente del continente que huía de las oleadas de invasores longobardos. Los Altini trajeron consigo grandes riquezas: materiales de construcción y reliquias de santos.
Con las islas de Burano y Mazzorbo, fue el primer asentamiento de la laguna. A partir del siglo X albergó el bazar más importante con Oriente, lo que hizo que Torcello fuera conocido como Emporion mega. El primer registro histórico real se encuentra en la inscripción del año 639 en la Catedral de Torcello, lo que convierte a la isla en uno de los primeros asentamientos de la Laguna de Venecia.
A medida que la comunidad de Rialto crecía en importancia gracias al comercio, Torcello se convirtió en un centro de comunidades religiosas de clausura. Torcello también perdió su esplendor debido a su ubicación en una zona pantanosa donde aumentaba el riesgo de peste. Estos problemas impulsaron a la población de la isla de Torcello hacia Venecia y el continente.
Aunque hoy en día Torcello esté habitado por sólo una docena de personas, tendrá una experiencia enriquecedora. Recomendamos una visita a la Basílica de Santa María Asunta, construida en torno al año 639, lo que la convierte en uno de los primeros edificios de la laguna. Esta basílica menor siguió siendo una catedral hasta la supresión de la diócesis de Torcello en 1818, convirtiéndose en una iglesia parroquial. La basílica es de estilo paleocristiano con un magnífico campanario. Una característica única son las contraventanas de piedra en las ventanas. También en el complejo de la Basílica de Santa María Asunta recomendamos la Iglesia de Santa Fosca, cerca de los restos del baptisterio.
Si visita Torcello, cruce el famoso Ponte del Diavolo (Puente del Diablo) que, junto con el Ponte Chiodo di Cannaregio, es uno de los puentes sin pretil.
Si le gusta la historia y quiere profundizar en su visita a Torcello, le recomendamos que visite el museo de Torcello.
Puede que Torcello haya perdido el esplendor de principios del siglo XVII, pero sigue siendo un destino que merece la pena visitar. Si tiene tiempo y quiere dar un paso atrás en el tiempo, visite Torcello.