Venecia, el sueño flotante, uno de los lugares más reconocibles y románticos del planeta. Sus sinuosos canales, sus palacios históricos, las góndolas que se deslizan por las góticas fachadas y sus encantadores puentes que unen más de 100 pequeñas islas... No es de extrañar que Venecia siga fascinando a millones de turistas cada año. Y, sin embargo, en medio de esta belleza de ensueño, la mayoría de los turistas se preguntan: «¿Se puede nadar en los canales de Venecia?»

La respuesta no es tan fácil como podría parecer. Aunque los canales de Venecia son muy tentadores, no solo es desaconsejable, sino ilegal nadar en sus aguas. Este artículo ofrece una explicación completa y autorizada de por qué y cómo está prohibido, los fundamentos culturales y legales que lo justifican y alternativas más respetuosas para disfrutar de la belleza acuática de Venecia.

El mejor tour en góndola por los canales

La respuesta corta: no, no se puede nadar en los canales de Venecia

En pocas palabras, nadar en canales de Venecia es ilegal. Ni los locales ni los extranjeros pueden entrar en el agua, ya sea saltando, vadeando o incluso colgando los pies sobre las orillas de los canales. La disposición legal más importante es la del propio municipio de Venecia, donde se han promulgado normas más estrictas en el código de policía urbana de la ciudad.

Se arriesgan a una multa de 350 € y, en casos extremos, a la expulsión de la ciudad o del país. Desde que Venecia implementó su nueva política de gestión del flujo turístico en 2023, con una controvertida tasa de entrada para los excursionistas, esta prohibición se ha hecho más evidente y estricta en la práctica.

Aunque los canales son hermosos de ver, no son zonas recreativas para nadar. Son canales de navegación, desagües y parte de un ecosistema que debe ser tratado con respeto y cuidado.

Por qué está prohibido nadar en los canales

Saneamiento y calidad del agua

Los canales de Venecia forman parte de un sistema lagunar más amplio que desemboca en el mar Adriático. A diferencia de los ríos o lagos comunes, los canales no cuentan con un sistema moderno de filtrado o desinfección. Las aguas residuales domésticas y comerciales solían fluir directamente a los canales. Aunque Venecia ha mejorado su saneamiento en las últimas décadas, las aguas grises —aguas residuales procedentes de lavabos, duchas y electrodomésticos— todavía pueden verterse al sistema de canales.

Además, las corrientes de marea, aunque ayudan a limpiar los sedimentos, no garantizan la limpieza del agua. Las mareas fluctuantes pueden provocar la proliferación de algas o activar bacterias venenosas. Bañarse o nadar en el agua presenta riesgos evidentes para la salud, como infecciones cutáneas, enfermedades gastrointestinales y exposición a enfermedades transmitidas por el agua.

Seguridad pública y riesgos para el tráfico

Además de la higiene, los canales de Venecia son vías fluviales muy transitadas. Lejos de ser pintorescos cursos de agua, son las autopistas de la ciudad, llenas de autobuses acuáticos (vaporettos), góndolas, taxis acuáticos, lanchas de la policía y barcos de carga.

El agua es turbia y la mayoría de los canales son relativamente estrechos. Por lo tanto, es extremadamente peligroso para los bañistas, que corren un alto riesgo de ser golpeados, atropellados o arrastrados por las peligrosas corrientes creadas por el tráfico de embarcaciones. Se han dado casos en los que turistas han saltado desde muelles o puentes y han requerido una intervención inmediata, lo que ha desatado la indignación en toda la ciudad.

Respeto cívico y etiqueta cultural

Nadar en los canales de Venecia no es solo una infracción sanitaria o un acto peligroso, es una falta de respeto al patrimonio de la ciudad. Los canales forman parte del patrimonio cultural e histórico veneciano. Discurren junto a estructuras monumentales como la Basílica de Santa Maria Della SaluteBasílica de los Santos Juanes y Pablo y la Iglesia del Redentor, las tres muy apreciadas por su construcción, pero también por su importancia religiosa y patrimonial.

Los lugareños consideran que nadar no solo es antihigiénico, sino también una ofensa a la naturaleza. Este acto provoca ira y frustración, especialmente si los turistas publican imágenes de este tipo en las redes sociales. En una ciudad ya de por sí saturada por el exceso de turismo, ofender la decencia pública pone aún más a prueba la paciencia de los lugareños.

¿Qué pasa si nadas de todos modos?

Quienes sean sorprendidos nadando en los canales se enfrentarán a un castigo drástico e inmediato. El más frecuente es una multa de 350 euros que se paga en el acto. En función del lugar y la hora, las autoridades intervienen y los infractores habituales son detenidos o incluso deportados a Italia.

Recientemente se han producido varios incidentes de gran repercusión que han puesto de relieve los riesgos. Uno de ellos fue la detención de varios turistas por surfear en el Gran Canal en hidroalas eléctricas, lo que causó sensación en las redes sociales, pero también indignación entre los venecianos. En otro, varias personas saltaron desde el puente de Rialto, poniendo en peligro su vida y el tráfico en los canales. Estas actividades no solo fueron sancionadas con multas, sino que fueron condenadas unánimemente en los medios de comunicación locales.

Mientras que las redes sociales probablemente presentarán estas acrobacias como algo audaz o atrevido, la realidad es menos glamurosa. No solo se pone en peligro a los participantes, sino también el frágil entorno social y medioambiental de Venecia.

Excepciones y conceptos erróneos

Regatas y eventos acuáticos tradicionales

Existen pocas excepciones, estrictamente controladas, que permiten la natación o los deportes acuáticos, pero solo de forma oficial. Para la Regata Storica, o para los eventos durante el Venice Open Water, se puede permitir a los nadadores nadar bajo estrecha supervisión. Se trata de eventos oficiales con recorridos cronometrados, instalaciones médicas y autorización oficial.

Hay que saber que esta actividad no está disponible para los turistas, ni se les permite nadar en los canales a su antojo. Los nadadores son miembros de la larga tradición marinera de Venecia y se adhieren a protocolos de seguridad extremadamente estrictos.

Imágenes o vídeos con personas nadando

De vez en cuando, circulan por las redes sociales imágenes o vídeos virales en los que se ve a personas nadando en Venecia. Se trata de montajes, imágenes antiguas o intentos frustrados por las autoridades en los momentos posteriores a la grabación. No deben utilizarse como guía práctica. En casi todos los casos, las personas que lo intentaron fueron rápidamente interceptadas y se convirtieron en blanco de las burlas populares.

Visitas imprescindibles a Venecia

¿Hay lugares donde se puede nadar legalmente en Venecia?

Playas públicas en el Lido

Afortunadamente, hay fantásticos lugares legales para bañarse en Venecia y sus alrededores. Mi favorita es Lido di Venezia, una preciosa isla barrera que separa la laguna veneciana del mar Adriático. Lido cuenta con algunas playas públicas y privadas muy bien cuidadas, con arena limpia, socorristas, vestuarios y puestos de bebidas.

Otras de las playas más recomendadas son Murazzi, Alberoni y Blue Moon Beach. Estas ofrecen una experiencia de playa tranquila a poca distancia en vaporetto del casco antiguo. Se puede nadar, tomar el sol y practicar actividades de playa en un entorno seguro y respetuoso.

Piscinas de hotel y resorts privados

Algunos de los hoteles de lujo de Venecia también cuentan con piscinas privadas, por lo que los visitantes pueden nadar y cumplir con la ley. Entre estos complejos turísticos de lujo se encuentran el JW Marriott Venice en Isola delle Rose o el Hotel Cipriani, cerca de San Giorgio Maggiore. Estos complejos turísticos de lujo están equipados con instalaciones modernas y entornos verdes con vistas a la laguna.

Alojarse en estos establecimientos ofrece comodidad y la posibilidad de descansar de forma responsable en el entorno especial de Venecia.

Existen alternativas interesantes a nadar en los canales para los visitantes que buscan una experiencia estimulante en Venecia:

Pase un día en Lido di Venezia.

Disfrute de delicias artesanales en las heladerías locales cerca de la plaza de San Marcos.

Suba al vaporetto para disfrutar de un recorrido panorámico en barco por la laguna.

Pasea por claustros con luz tenue y el interior de iglesias como la Basílica de San Marcos o la Iglesia de la Madonna Dell Orto.

Siéntese al aire libre en las cafeterías junto a los canales de Cannaregio o Dorsoduro sin mojarse.

De esta manera, los turistas pueden apreciar la belleza de la ciudad y respetar las costumbres locales sin poner en peligro su futuro.

Viajar y nadar en Venecia

Información para visitantes

Horario: Durante todo el año, las 24 horas del día, es posible acceder al centro histórico de Venecia. Sin embargo, la tasa de acceso a Venecia, una contribución obligatoria para los visitantes de un día, solo se aplica estrictamente en días concretos de temporada alta, desde mediados de abril hasta julio. Durante esos días, los visitantes deben pagar entre las 8:30 y las 16:00.

Mejor época para visitar: La tasa de acceso se paga durante 54 días en 2025, es decir, los sábados y festivos entre el 18 de abril y el 27 de julio. A partir del 27 de julio, o después de las 8:30 a. m. y hasta las 4:00 p. m., no se cobra a los clientes, pero en algunos casos puede ser necesario registrarse. Los huéspedes que pernoctan no tienen que pagar la tarifa, pero deben registrarse en línea y obtener un código QR.

Código de vestimenta y normas de acceso: Venecia controla estrictamente la decencia pública. Está prohibido vadear o nadar en los canales, y saltar desde los muelles o puentes conlleva una multa de 350 € o más. No se permite a los turistas pasear en topless o en traje de baño en el casco antiguo; para entrar en las iglesias es necesario cubrirse los hombros y las rodillas, y los hombres deben quitarse el sombrero.

Información sobre las entradas

En determinadas fechas de temporada alta, los visitantes diurnos mayores de 14 años deben adquirir la tasa de acceso a Venecia, que cuesta 5 € si se reserva con más de cuatro días de antelación, o 10 € si se reserva con menos antelación. Los grupos exentos, como los que pernoctan, los niños menores de 14 años, los consumidores con discapacidad o los residentes locales, también deben registrarse en línea para obtener un vale de exención o un código QR. Los grupos registrados que no cumplan esta norma se enfrentarán a una multa de entre 50 € y 150 €.

Reserva online: El pago y el registro se realizan en la página web oficial de la Tarifa de Acceso a Venecia, donde se emite un código QR para la entrada de cada persona. También se pueden solicitar en persona en lugares como estancos (por ejemplo, cerca de la estación de tren) en efectivo, normalmente por adelantado y con una tarifa más elevada si la fecha de la visita es próxima.

Visitas guiadas: Las visitas educativas suelen ofrecer la preinscripción en la tasa de acceso con antelación para los visitantes, especialmente cuando los turistas comienzan su visita en Venecia. Los turistas que realicen una visita guiada deben informarse de si la inscripción y la entrega de los códigos QR están incluidos en el paquete turístico. Los grupos turísticos tienen un límite de 25 personas y los altavoces en todo el centro histórico están restringidos por motivos de conservación y control de multitudes.

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Sensibilidad cultural y turismo responsable

La lucha de Venecia contra el turismo excesivo ha supuesto una presión sin precedentes para su sociedad, su medio ambiente y sus infraestructuras. El comportamiento irrespetuoso de los turistas, como nadar en los canales o subirse a los monumentos, no solo contraviene las leyes de la ciudad, sino que también impide que el resto de visitantes disfruten de la experiencia.

Las comunidades locales y los gobiernos llevan mucho tiempo predicando el turismo responsable. Esto implica respetar las señales, permanecer en los senderos, no andar desnudo en público ni comportarse de forma desagradable, y no tirar basura.

En este caso, no nadar en los canales no es solo una cuestión legal, sino un acto de solidaridad con los venecianos. El turismo responsable es lo que garantiza que un lugar como Venecia siga siendo accesible, encantador y acogedor para las generaciones futuras.

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Conclusión

Aunque sería una delicia nadar por los canales de Venecia en una calurosa tarde de verano, hacerlo es ilegal y peligroso. Desde razones sanitarias y riesgos, pasando por el deber cultural y las sanciones legales, hay muchas razones por las que se mantiene esta prohibición y por las que se aplica con tanta rigidez.

Por suerte, los turistas tienen muchas opciones agradables, desde las playas vírgenes del Lido di Venezia hasta la comodidad de las piscinas de los hoteles y la emoción de un paseo en vaporetto. Al respetar las normas de la ciudad y a sus residentes, los turistas pueden ayudar a garantizar que Lo mejor de Venecia perdure en los años venideros.

Al fin y al cabo, no se trata solo de hacer o no hacer, sino de amar los lugares que visitamos con humildad, asombro y compasión. Dejemos que los canales de Venecia sigan siendo lo que son: una obra de arte para apreciar, y no una piscina.











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